¿Qué son los Derechos de Autor?

De forma general, podemos decir que los Derechos de Autor es el reconocimiento legal que los Estados dan a los creadores, artistas y/o creativos respecto de sus obras, en las que podemos encontrar los siguientes ejemplos que si puedes proteger: literaria, musical, dramática, danza, dibujo, escultura, caricatura, historieta, arquitectónica, cinematográfica, programas de radio o tv, programas de cómputo, fotográfica, diseño gráfico o textil, entre otras.

¿Proteger o no proteger tu obra?

En realidad, la propia legislación en México (Ley Federal del Derecho de Autor) y la de la mayoría de los países, establecen que no es necesario hacer un registro o tener un documento gubernamental para la protección de la obra, simplemente con plasmar o fijar en un soporte material se otorga la protección. Sin embargo, en la práctica, es altamente recomendable hacer un registro para hacer valer tu derecho frente a terceros ante cualquier controversia. En nuestro país, es el Instituto Mexicano del Derecho de Autor (INDAUTOR), la autoridad administrativa encargada de regular lo referente a derechos de autor, ante dicha autoridad, pueden solicitarse, los títulos que lo hacen constar.

¿Cuánto dura la Protección de los Derechos de Autor?

Bueno, durante la vida del autor y a partir de su muerte, cien años más, o bien, dice nuestra legislación, cien años después de divulgada la obra.

Es suma, los derechos de autor pueden proteger un pequeño libro de poemas o dibujos hasta un video juego o un software sofisticado. Los derechos de autor son derechos humanos porque buscan proteger nuestro derecho a la cultura, a la información, el desarrollo de la personalidad y la protección a nuestras producciones artísticas o literarias principalmente.

Finalmente, te dejo una breve lista de “LO QUE NO PUEDES PROTEGER”:

• Las ideas en sí mismas

• Los juegos o actos mentales

• Formularios

• Descubrimientos

• La información de uso común: refranes, dichos, leyendas, etc.

De los derechos de autor nacen los derechos morales que siempre estarán unidos al autor, pero también, los derechos patrimoniales que como su nombre lo indica, pueden llegar a representar importantes cuantías y regalías económicas en la explotación de los mismos.

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